La incontinencia puede tratarse de distintas maneras, según el tipo diagnosticado o las causas que la hayan provocado. Los tratamientos pueden estar orientados a atenuar o disminuir las pérdidas de orina. En cualquier caso, el objetivo siempre es mejorar la calidad de vida de la persona con incontinencia.
En el 90% de los casos la incontinencia puede mejorar con el tratamiento adecuado, especialmente en los casos de incontinencia ligera o moderada. Generalmente los tratamientos se combinan para obtener mejores resultados.
Dentro de los tratamientos para atenuar las pérdidas de orina encontramos:
- Hábitos miccionales: seguir un horario pautado de micciones para adelantarse y controlar las pérdidas. Se trata de un entrenamiento largo, pero con resultados muy positivos si se mantiene constante. También es aconsejable la distribución horaria de la ingesta de líquidos, así como el tipo de líquidos ingeridos.
- Fisioterapia: realización de una serie de ejercicios musculares del suelo pélvico con el objetivo de fortalecer dicha zona. Pueden ser con o sin aparatos y deben ser supervisados por un profesional y funcionan muy bien para la incontinencia de esfuerzo y de urgencia.
- Ejercicios de suelo pélvico: son ejercicios de contracción lenta y rápida del suelo pélvico para favorecer las fibras musculares estiradas.
- Tratamientos farmacológicos: indicados por el médico y utilizados preferentemente en casos de incontinencia de urgencia.
- Cirugía: recomendable cuando los demás tratamientos no han funcionado. Incluye las operaciones quirúrgicas en la vejiga y la uretra. La mayoría de las técnicas actuales están indicadas para la incontinencia de esfuerzo.